La batería
La batería es un elemento esencial en el conjunto de componentes del vehículo, es la fuente de energía que va a ayudar a que el motor, los sistemas eléctricos y los componentes electrónicos que hay en el vehículo entren en funcionamiento.
Cualquier vehículo de combustión necesita de electricidad para arrancar su motor, para conseguirlo es necesario disponer de una reserva eléctrica que suele ser una batería, esta batería también es la encargada de alimentar todos los sistemas eléctricos y electrónicos del vehículo, para que siempre podamos disponer de esta reserva eléctrica, la batería será recargada por el propio motor térmico una vez que este en funcionamiento.
La duración media de una batería de coche suele estar entre los tres y cinco años, pero puede variar mucho en función de otros factores como, el tipo de conducción, las temperaturas, la duración de los trayectos, etc.
Características y tipos de baterías
Existen diferentes tipos de baterías pero los más usados y hasta ahora, según nuestra opinión, la mejor elección en cuanto a prestaciones-precio, son las de plomo-ácido, dentro de estas hay diferentes diseños dependiendo del uso que vallamos a darle como batería de arranque, tracción, agm, estacionaria, etc, a continuación vamos a ver los mas usuales.
Batería de celdas húmeda
Estas baterías funcionan por medio de unas placas de plomo de polaridad positiva y negativa que están suspendidas libremente en una disolución de ácido sulfúrico, algunas de las placas son ánodos unidos al terminal negativo, mientras que otras son cátodos unidos al terminal positivo, estas baterías no requieren prácticamente de mantenimiento, aunque los climas adversos pueden afectar a su vida útil.
Cuando conectamos una carga eléctrica a los terminales de la batería de celda húmeda, se produce una reacción química entre el plomo, el óxido de plomo y la solución de electrolito, al producirse esta reacción, la electricidad circula a través de los terminales hacia la carga, el ácido sulfúrico se elimina de la solución y se adhiere a las placas, cuando la batería se recarga los enlaces entre las placas y el ácido sulfúrico se rompen y el ácido sulfúrico regresa a la solución líquida, lo que le permite proporcionar más electricidad.
Algunas imágenes de la composición de baterías de celdas húmedas.
Baterías VRLA
Un tipo de baterías más avanzado son las VRLA por las siglas en inglés «Valve Regulated Lead Acid», que hacen referencia a las válvulas de seguridad que se encuentran dentro de la caja de la batería, de este tipo existen dos diseños muy utilizados, las AGM y las de GEL.
Baterías de gel
Se les llama así porque se emplea una silicona para conseguir que el ácido quede más denso, parecido a un gel, estas baterías aguantan muy bien las descargas lentas y profundas, es decir, son perfectas para vehículos con equipos eléctricos exigentes, pero no son nada recomendables para descargas fuertes y rápidas, como el arranque del motor.
Baterías AGM
Son las normalmente llamadas “secas”, los electrolitos están separados por medio de fibra de vidrio, lo que provoca que exista poca resistencia interna, con este sistema no es necesario utilizar liquido o gel, son baterías que no necesitan mantenimiento ya que están totalmente selladas, siendo un tipo de batería que admite un número de ciclos elevado de carga y descarga, cabe destacar que se trata de baterías que tienen mucha potencia incluso con menor tamaño, por lo que son muy buenas para arrancar el motor.
En la imagen de la izquierda mostramos una batería de GEL y en la de la derecha una de AGM.
Baterías de calcio
Este tipo de baterías están empezando a ser bastante comunes, su funcionamiento es muy parecido al de las baterías de celdas húmedas, la principal diferencia es que las placas son de una aleación de calcio-plata sumergidas en electrolito, con esta combinación conseguimos algunas ventajas como un menor desgaste por corrosión, mantener un mayor nivel de potencia y son mas resistentes a las altas temperaturas, tienen una vida útil superior en uso y almacenamiento gracias a que su autodescarga es muy inferior a las de celdas húmedas.
Imagen de una batería de calcio y una imagen de la reacción química que produce la electricidad.
Baterías de ciclo profundo
Estas baterías son capaces de retener grandes cantidades de electricidad, poseen unas placas más gruesas que el resto, aumentando su capacidad de carga y almacenamiento, también pueden efectuar descargas muy lentas y largas, normalmente las encontraremos en coches eléctricos y otro tipo de vehículos que hagan un alto uso de la energía eléctrica, también podemos encontrarlas en la industria de las energías renovables para almacenar energía y distribuirla, como inconveniente podríamos decir que son mucho más sensibles a la autodescarga.
Ejemplos de baterías de ciclo profundo.
Baterías de iones de litio
Esta clase de baterías son muy parecidas a las que podemos encontrar en nuestros teléfonos móviles, cámara de fotos, ordenadores portátiles, etc, lo único, con un tamaño mucho mayor para el uso en los vehículos, la reacción electroquímica entre ánodo y cátodo se consigue mediante un electrolito de sal de litio, también Incorporan un circuito para protegerlas de las sobrecargas, la gran ventaja de las baterías de litio es que son mucho más ligeras que las baterías que utilizan el plomo, por eso su utilización se ha generalizado en los coches eléctricos, el único inconveniente podría ser que su rendimiento en temperaturas frías es menor.
Algunas imágenes de tipos de baterías de litio.
Con esta publicación esperamos aportar un poco de luz sobre la importancia que tienen las baterías en los vehículos actuales, en el caso de sospechar que podemos tener un problema con ella, nuestra recomendación es ir a un profesional del sector y que nos haga una comprobación de la carga y del estado de la batería, para ello existen diferentes comprobadores que nos dan el resultado en muy poco tiempo, también aconsejamos que en el caso de tener que sustituirla, acudamos a un profesional y el nos asesorara de la que nuestro vehículo necesita y de que no es necesario una codificación, pues en el caso de que sea necesario y no lo hagamos, corremos el riesgo de provocar alguna avería mucho mas importante y costosa.
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